Sin prisa pero sin pausa, haciendo las cosas bien y asentando su camino con propuestas concienzudas donde el producto es el protagonista, Grupo El Pradal avanza con firmeza en la difícil plaza gastronómica que la ciudad de Madrid supone. Asentados ya en la capital con dos locales, La Casita de El Pradal y Dogma, y con El Pradal en San Sebastián de los Reyes, que sentó las bases del proyecto, la firma se dispone a conquistar el corazón gastronómico de los madrileños desde prácticamente el kilómetro cero de la capital.
Lo hace con una oferta completa, dividida en tres estilos diferentes de cocina y forma de entender el ocio, permitiendo así que el cliente encuentre en cada momento lo que más desee, sin necesidad de cambiar de local. Distribuida en esta terna de propuestas que conforman la Taberna, el Mercado & Arrocería, y el Clandestino, El Clásico se posiciona con convicción en una forma de entender la hostelería que ensambla en un mismo local muy distintas versiones y cuyos menús tienen detrás la mano del chef Joaquín Felipe Peira.
Es la Taberna, situado en la planta baja, la parte más informal de la sugerencia gastronómica del edificio, donde el picoteo, las raciones y las tapas son las protagonistas. Aquí coexisten con una amplia oferta de vinos, vermús y cervezas, que pueden servir de preámbulo para sentarse en el restaurante o simplemente para compartir unos cuantos platos de pie. De nuevo es el producto el otro gran referente de este espacio, que en este caso se centra sobre todo en chacinas y platos fríos, aunque hay platos de cocina como la tortillita de camarones o la oreja a la planchaque no debes saltarte, y que además una notable variedad de quesos, escabeches caseros y mariscos selectos.
El colofón líquido se postula desde El Clandestino, un espacio dentro del sótano del edificio, que nos traslada a un ambiente que navegaría por las aguas de la Ley Seca estadounidense. Perfectamente decorado, entrar en El Clandestino es hacer un viaje en el tiempo pero con la ventaja de que aquí encontraremos música y cócteles de autor que no nos harán echar de menos el pasado. La responsable de la propuesta es Sara Siles, que también es la que ejecuta la coctelería en el restaurante Dogma, y que aquí ofrece un amplio repertorio de cócteles clásicos pero también con innovaciones personales en un prisma único, ofrecido por la influencia que la ‘ola’ de la barra central ejerce y que actúa como imán de casi todas las miradas.
El resultado es una carta completa para disfrutar de un entorno único en el centro de Madrid, flanqueado por la Puerta del Sol y la Plaza Mayor, donde descubrir la reinterpretación de la coctelería clásica sin perder el norte y con la oportunidad de bailar al ritmo de la música –y de tomar algunos platos en la barra- cualquier día de la semana.
Todo ello en un entorno único, dentro de un edificio rehabilitado y remodelado, para dar cabida a esta completa proposición decente y gastronómica con la que Grupo El Pradal se consolida dentro de la abigarrada y competitiva escena madrileña.
El Clásico. Calle del Marqués Viudo de Pontejos, 9. Lunes a viernes de 8:00h a 2:00h. Sábados y domingos de 11:00h a 2:00h.